El cardo mariano (Silybum marianum, Carduus marianus) es conocido desde siglos por sus virtudes beneficiosas sobre las funciones hepáticas. Llamado también, alcachofa silvestre, esa planta pertenece a la familia de las asteráceas, del género silybum. Se reconoce por sus hojas con bordes de lóbulos irregulares y espinas; son de color verde con manchas blancas y sus flores moradas.
El cardo mariano debe su nombre a una leyenda. Se dice que la virgen María, durante su viaje entre Judea y Egipto para escapar a Herodes, dio el seno al Niño Jesús en un bosque de cardos. Unas gotas hubieran caído sobre las hojas y dio lugar a las manchas blancas características a esta especie.
La silimarina es la substancia activa del cardo mariano, es la responsable de las propiedades estimulantes, regeneradores y protección hepática. La silimarina es un complejo de substancias, la más activa es la silibina. La concentración más importante está en las semillas y en las frutas.
Después los meses de frio, la primavera es la temporada indicada para empezar una cura de desintoxicación. El cardo mariano es ideal cuando sale el sol gracias a sus efectos positivos sobre el hígado, el órgano “detox” por excelencia.
El consumo de extractos de cardo mariano contribuye a la protección del hígado *, ayuda al cuerpo a eliminar toxinas y a la limpieza hepática *.
Disponible en extracto estandardizado a 80% de silimarina y 30% de silibina.
* declaraciones autorizadas a la espera de la evaluación de la Comisión Europea
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